Te esperaré toda la vida -“Es natural ver siempre a la señora Modesta, sentada en su mecedora ubicada en la puerta de su casa. no es que la critique, pero llevo 7 años conociendola, y con seguridad puedo afirmar que lo unico que nunca ha de cambiar en su vida es esa maldita rutina diaria que tiene. La de ubicarse frente a la puerta de su casa, sentarse en su vieja mecedora, sacar sus artÃculos de costura y tejer mientras ve de un lado a otro a la gente que diariamente trancita por estas calles que sin querer ella inunda de nostalgia. Lo chistoso fue que un dÃa me cansé de apreciar su tristeza, y fui a preguntarle el porque de su diaria rutina… entonces ella me respondio lo siguiente”:
-“Tienes 7 años viendome dÃa a dÃa, observandome tejer y esperando, a que venga aquel noble caballero, que mi corazón se habia robado, con la escritura de tan bellos poemas, que en su vida me habia dedicado”.
-Nobles palabras, un cuarto de corazón, a su vida habia llegado un bohemio varón. que por desgracia, un dÃa dejó a su amor, y desde aquel momento ella lo espera con gran clamor.
-Lagrimas rodaban de sus ojos, y yo decidà no tocar mas el tema, pero ella con rapidez se me adelantó, e imediatamente propuso la idea, de invitarme a tomar un chocolate, para seguir discutiendo de forma amena.
-Después de tomarnos el chocolate, ella sacó de su estuche de costura, la foto de un joven marinero, en la cual habian escrito con dulzura, “Te prometo sagrado corazón mio, que regresaré por ti una noche oscura”
-Al leer aquellas hermosas palabras, por mi mente pasó una duda, pero escucho a la señora Modesta, que contesta con una voz muy aguda: “Mis ojos han perdido ya la luz, ya no veo en el dÃa o en la noche oscura”.
-Bondad en sus ojos, la mitad de un corazón, se ha quedado ciega esperando con resignación. Con exactitud no conozco, cuanto tiempo en su vida ha pasado, pero si de algo estoy seguro es que por amor ella ha llorado.
-Después de explicarme el significado de tan antigua fotografÃa, me dijo que poco a poco la tristeza y el paso del tiempo habian acabado con sus ojos, pero tambien me dijo… que aunque ella se quedace ciega, iba a seguir sacando su silla desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche todos los santos dÃas de su vida, hasta que el bohemio marinero llegara a su puerta para uqedarse con ella por los momentos que le restaran a su vida.
Al terminar de decir todo aquello, se levantó, tomó su bastón y me pidió que la acompañara hacia un cuarto al que yo nunca habia entrado. Y cuando abrió la puerta, me dieron muchas ganas de llorar, porque dentro de aquel cuarto, que era la habitacion que ellos compartian, se hallaban mas de dos mil camisas de lana que ella habia tejido desde el momento que él se fue hasta el dÃa de hoy.
-Con muchas ganas de llorar le dije, que comprendà lo que ella sentÃa, cada vez que se ocultaba el sol, cada vez que nacÃa un nuevo dÃa, y que tambien con dolor entendÃ, lo triste que se habia vuelto su vida.
-La tristeza que alumbra, tres cuartos de corazón, pero siempre que haya esperanza existirá la voluntad y la razón. La vida es bella, siempre que exista el amor, las barreras se caerán acabando con el dolor.
-Pero cuando me estaba despidiendo, y me dirigÃa hacia la puerta, vi a un señor gordo y calvo, que cargaba a cuesta con sus maletas, y que cuando nos vio gritó: “¡HE VUELTO… POR TI MODESTA!”.
-Modesta dejó caer su bastón, y con las fuerzas que le quedaban, corrió hacia aquel caballero, que a la puerta se acercaba, mientras una tierna sonriza, se asomaba en su palida cara.
-Si se fijan como son las cosas, nos podemos dar cuenta, que cuando el amor es puro y sincero no hay nada que lo detenga. Que aunque los minutos parezcan dÃas, o los dÃas sean largos como años, siempre habrá alguien que recuerde aquellos momentos sagrados. Y que probablemente para terminar, de explicar lo que aquel 24 de Diciembre vÃ, he decidido concluir esta historia asÃ:
-La espera valió la pena, se ha llenado aquel corazón, que carecÃa de alegrÃa y que por poco perdÃa la razón. Pero Modesta con amor, le dijo al bohemio marinero, que solo sus recuerdos le habian devuelto el aliento. Y antes de irme escuché que le recordó, la promesa que ella le hacia: “Por lo grande de nuestro amor… Te esperaré toda la vida”.
Espero les haya gustado… pronto vendran mas (Si de corazón asà lo desean).
Shadowargel